Beamrider es un shot-em-up de la primera época de los videojuegos. Fue diseñado inicialmente por David Rolfe para la consola de Intellivision y distribuido por Activision. Posteriormente fue portado a la Atari 2600, Atari 5200, Atari 8-bit, ColecoVision, Commodore 64, ZX Spectrum y para MSX, versión que nos ocupa.
En este juego controlamos una nave que se desliza entre de 5 rayos (de ahí el título de Beam-rider). Los rayos sobre los que se mueve nuestra nave y por los que se desplazan los enemigos para atacarnos dan una profundidad y jugabilidad muy buena para la época. La dificultad va creciendo fase a fase añadiendo nuevos enemigos con diferentes comportamientos.
Disponemos de nuestro rayo láser como arma principal y 3 torpedos por fase. Los rayos sólo pueden eliminar a ciertos enemigos mientras que los torpedos pueden acabar con cualquiera de ellos. Cuando disparemos nuestra arma ésta saldrá dirigida hacia el fondo de la pantalla a través del rayo en el que nos encontremos.
El objetivo es ir superando fases cada vez más complicadas para lo que tendremos que eliminar a 15 naves blancas; cuando lo hagamos aparecerá la nave nodriza que sólo podremos destruir con un certero disparo de uno de nuestros torpedos (si aún disponemos de alguno de ellos). Todos los demás enemigos (e incluso la nave nodriza de final de fase) sólo contarán para sumar puntos que nos servirán para conseguir vidas extra, que también podemos conseguir cogiendo unas cápsulas amarillas que descenderán aleatoriamente durante el juego.
Además, no tenemos que empezar la partida siempre desde la primera pantalla sino que podemos hacerlo desde pantallas más avanzadas según nuestra habilidad por lo que no tenemos que invertir tiempo en las pantallas más fáciles para nosotros a no ser que queramos acumular puntos y vidas para las pantallas más complicadas.
Cuando compré mi MSX no tenía ni idea de qué juego comprar así que me dejé orientar por el vendedor que me dijo: "Con este no te aburrirás". Y tenía razón. Pasado el tiempo Beamrider es uno de esos juegos que pocos recuerdan pero que merecen una oportunidad. En mi caso vuelvo a él periódicamente y nunca me aburre.