Abandonteca


Uno de los clásicos más afamados de los arcades, en este caso convertido a Atari HC en 1983.

Juego encuadrado en el marco de ingenio y habilidad, donde manejamos a nuestro personaje, saltando de cubo en cubo llevando a cabo la simple misión de cambiar el color de los mismos al color requerido (en el cuadrante superior izquierdo de la pantalla veremos el objetivo).

Los cubos forman una pirámide, y en ella nos desplazamos nosotros y nuestros enemigos que impedirán llevar a cabo nuestra misión. Estos últimos no tienen un movimiento predefinido, simplemente rebotan al azar en cada cubo para luego desaparecer de la pantalla.

Atentos a un enemigo púrpura, este no se irá de la pantalla, descansará en el fondo de la pirámide y se convertirá en una serpiente que nos buscará para eliminarnos. Este enemigo siempre usará el camino más corto para atraparnos, una buena técnica es no parar de movernos y si nos vemos en aprietos, podremos escapar con los discos multicolores que nos depositarán en la cima de la pirámide.

Conforme avancemos en las pantallas, los desafíos serán aún mayores –como era de esperarse en todo arcade de habilidad-: nuevos enemigos con movimientos propios harán su presentación y los cubos requerirán dos cambios de colores para completar el nivel. Además –y para complicar aún más las cosas-, otro personaje saltarín nos hechará a perder todo nuestro trabajo despintando nuestra labor.

Algunos bonus nos permitirán “freezar” los enemigos por un corto período de tiempo que deberemos aprovechar para avanzar en la pantalla.
Juego muy adictivo que tuvo una menos exitosa continuación llamada “Q*Bert Cubes”.

Como dato curioso, esta continuación tuvo una versión MSX desarrollada por Konami pero bajo el simple nombre “Q*Bert”, lo que causó confusión (y algo de frustración) a los usuarios del sistema nipón, esperando el clásico juego desplegarse en sus pantallas y no la mencionada secuela. Una rareza.

Una reseña de Rodrigo Suarez