Abandonteca


En 1985 hizo su aparición Pippols de la mano de la majestuosa Konami, un perfecto juegos de scroll vertical pero que por casualidades de la vida, no tuvo mucha fuerza y fueron pocos los cartuchos que Konami creó, siendo hoy en dia uno de los cartuchos más codiciados por los coleccionistas de MSX.

En Pippols tenemos el control de un jovenzuelo que aspira a conseguir la gema sagrada que se encuentra al final de unos liosos bosques.

Como en todo buen cartucho de Konami, el nivel de dificultad estaba cuidado al máximo, ofreciendo una curva que resultaba ser a todas luces perfecta. Al estilo del mejor de los arcades, Pippols podía presumir de ser un reto considerable… pero perfectamente acabable. En su singular y equilibradísimo funcionamiento, otear tal compensación de la jugabilidad era algo casi orgásmico, dando lugar a un pensamiento que se me generaba cuando era mozuelo al paladear cualquiera de los títulos de la compañía nipona: “estos de Konami deben programar vestidos de laboratorio”. No en vano, tanto su metodología lúdica como su capacidad de diversión no han caducado un ápice con el paso de los años.

Sus simpáticos gráficos y una banda sonora tan pegadiza como bien compuesta redondeaban una de las obras más encantadoras y desconocidas de la Konami de los ochenta, y tan digna o más aún que cualquiera de sus hits.

Una reseña de Msxblog.es y metodologic.com